11.03.2011 11:24

Situación actual del mercado nacional de productos ecológicos (Alberto López del Economato Macabeo)

El mercado interior no experimenta crecimiento con la misma intensidad que se observa en el resto de países de la UE. La confluencia de una serie de circunstancias son las responsables de estos bajos niveles de consumo.

La mayoría de las explotaciones agrarias ecológicas en España están destinadas a pastos y bosques. El resto de los productores son supeficies más reducidas y diseminadas por todo el territorio. Este factor contribuye, en gran medida, a que las producciones tampoco estén concentradas. Cada agricultor debe salvar sus productos como puede. Además, no se dan canales de comercialización importantes que sean capaces de aglutinar y hacer confluir estas producciones tan dispersas.

En la mayoría de los casos el agricultor o elaborador debe movilizar sus mercancias para hacerlas llegar a los pocos canales abiertos de comercialización interna. Este factor hace aumentar considerablemente los costes de transporte de sus produtos, sobre un precio base de por sí más elevado.

Ausencia de empresas que vendan en origen: Existen muy pocas empresas con el carácter y la magnitud suficiente de venta de productos en origen o próximos a la explotación. Las grandes empresas del sector aglutinan a varios agricultores y canalizan sus producciones a las exportación. De esta forma en el mercado interno predominan las sociedades con producciones relativamente pequeñas o muy pequeñas. Estas explotaciones se van modernizando y obienen productos con unos parámetros de calidad, etiquetado y selección cada vez más elevados. En productos frescos (frutas y verduras) este aspecto adquiere mayor magnitud. Quedan para el mercado nacional las explotaciones agrícolas que no tienen capacidad de exportación.

Todavía hoy en día se relaciona el productor ecológico con alguien extraño, hippie, bohemio, y en algunas ocasiones, con personas en cierta medida sectarias.

Es penoso aceptar que el consumidor y/o productor convencional tenga este tipo de concepto hacia los consumidores y productores bio, cuando el ecológico tiene entidad suficiente y se sustenta en valores positivos y últimamente de extrema modernidad.

Venta orientada a la exportación: Las grandes empresas o grupos de empresas decidieron orientar su producción hacia la exportación debido a varias circunstancias. En España salen al mercado producciones en fechas más tempranas que el resto de los países del norte y centro de Europa.

La sobreproducción de algunos tipos de especies en agricultura convencional, la fuerte competencia con países extracomunitarios y la bajada continua de precios hizo que muchas empresas encontraran una alternativa en la explotación de productos ecológicos. Estos son de precio más elevado, la competencia es menor y la calidad mucho mayor, todos ellos factores muy atractivos para estas empresas. Sin embargo, a estas empresas se las podría denominar empresas de producción biológica por convicciones económicas y no ecológicas, ya que las ventas aseguradas y canales de distribución cómodos y económicos fuera de España han sido capturados por estas empresas.

No se da la existencia de grandes marcas que apuesten abiertamente por lo bio: Estas marcas acaparan el mayor porcentaje de venta de productos y su desinterés por el producto ecológico ha provocado que no aumente el consumo interno en general. Esta situación puede modificarse en cualquier momento, de hecho, en el norte de Europa ya se dan, por ejemplo, grandes supermercados como Lidl o Plus que destinan superficies importantes en sus tiendas a la venta de productos ecológicos de sus propias marcas y de algunas otras.

Si no hay fuerte demanda, no hay canales de distribución y venta sólidos, entonces los productos se exportan y quedan en el mercado interno los restos de producción de las grandes empresas y la de pequeños agricultores y a un precio más alto, lo que genera desinterés por parte del consumidor y podría convertirse en un círculo vicioso de difícil salida.

 

 

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